CRISTO EL VERDADERO ENFOQUE

El deseo del Señor es que lo coloquemos a Él como el centro de nuestras vidas; su anhelo es reinar en todas las áreas, es decir, que sea Él quien gobierne nuestra mente, voluntad, y todo lo que somos.

Colosenses 3:1-2 (TLA) Dios nos dio nueva vida, pues nos resucitó juntamente con Cristo, por eso debemos dedicar toda nuestra vida a hacer lo que a Dios le agrada, pensando en las cosas del cielo donde Cristo gobierna a la derecha de Dios, y no pensando en las cosas de este mundo.

Como cristianos, tenemos el mandato de hacer lo que a Dios le agrada, y esto sólo lo conseguimos si nos centramos en la vida y obra de nuestro Señor Jesucristo, será lo único que nos garantizará tener un enfoque correcto de la voluntad de Dios.

El texto bíblico nos dice lo que no debemos hacer, y es pensar en las cosas de este mundo, ahora. ¿por qué no debemos hacerlo.? No debemos hacerlo porque perdemos el enfoque.

¿Por qué perdemos el enfoque?

Existe un sinnúmero de cosas que nos pueden llevar a esto, pero he considerado para dar respuesta a esta pregunta el siguiente texto bíblico:

"Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús". Filipenses 2:21.

Nuestra atención está fijada en el “yo”, “en lo que yo necesito”, “en lo que yo quiero”, “en lo que yo merezco”, o “en lo que yo anhelo”, y nos olvidamos del verdadero sentido de nuestra nueva vida: buscar, conocer y hacer la Voluntad de Dios.

¿Por qué debemos estar enfocados en Cristo?

Porque de Él procede nuestra fe y es Él quién la perfecciona, Jesús es nuestro único modelo a seguir, y nuestra meta, pues aún en los momentos más difíciles en cada situación que se nos presentan, es a Él a quien debemos buscar.

Jesús padeció lo mismo que tú y yo hemos padecido, y Él aún más que nosotros, que conociendo todo lo que estaba por acontecerle, nos dice: Juan 16:33b. “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”.

En cada dificultad, adversidad, o momento de oscuridad, debemos aprender a enfocarnos en Él y aprender de Él . Jesús miraba a la cruz, Él no estaba distraído por los azotes, el dolor, o por las personas que le hicieron daño, o por las personas que le dejarían solo, Él miró la cruz porque todo quedaría allí; allí sepultó el dolor, la soledad, la angustia, el temor, Su voluntad, y todo aquello que pudo llegar, porque sabía que Él vencería, Él resucitaría y lo más importante, HABÍA CUMPLIDO LA VOLUNTAD DEL PADRE.

¿Quién puede ayudarnos a mantenernos enfocados en Jesús?

En el caminar de la nueva vida que hemos recibido como hijos de Dios, Jesús no nos dejó solos, ahora andamos equipados para escuchar y asimilar la verdad, por medio de Su Espíritu. “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré”. Juan 16:7.

La maravillosa experiencia y la más importante relación que tenemos con el Señor es por medio del Espíritu Santo, y es esta la que necesitamos cultivar. Cualquier experiencia directa con nuestro Amado, ya sea de sentir Su presencia o escuchar Su voz, viene a través de Su Espíritu.

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir, El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Juan 16:13-15.

Esta es la verdad en la que debemos basar nuestra vida entera, El Espíritu es la conexión entre la voluntad del Padre y nuestras almas sedientas por hacerla, El Espíritu es quien nos esta guiando hacia adelante, hacia arriba, hacia su reino.

Nereida Polo Del Toro