top of page
  • Facebook
  • YouTube
  • Instagram
imagen.png

ENFOCADOS




El ruido del mundo y las ocupaciones diarias del ser humano, incluso los quehaceres eclesiásticos, hace que el ser humano viva en un estado "natural" de desenfoque, ya que el HACER es más importante que el preocuparse por el SER. Esto direcciona nuestras vidas a un destino y objetivo equivocado.

El Apóstol Pablo fue un ejemplo claro de esa vida ruidosa y ocupada, donde su principal objetivo era agradar a un sistema religioso más que a una asignación divina.

"Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén". Hechos 9:1,2

Saulo en su estado “natural de desenfoque” creía que con cada acto de persecución de la iglesia y asesinato de cristiano que agregaba a su labor religiosa estaba más cerca del Cielo. Leyendo las anteriores lineas usted diría “pero que desenfocado vivía Saulo” “pero el Apóstol Pablo estaba bien perdido, pensando que con el HACER tales actos se ganaba el Cielo”. Déjeme decirle que este “síndrome de Saulo de Tarso” inunda la iglesia actual.

Este síndrome hace que los cristianos busquen satisfacer las “necesidades” de un sistema religioso, el cual está enfocado en los parámetros, reglas, leyes, horarios, días y lugares determinados con el objetivo de mantener nuestros sentidos enfocados en las cosas de esta tierra y no en las del Cielo, dejando a un lado nuestra asignación divida.

El “Trajín” diario hace que nuestro enfoque gire en pos de lo terrenal, olvidando por completo nuestro ser interior que necesita ser alimentado y guiado por el Espíritu Santo.

Sin embargo, Saulo de Tarso no siempre fue Saulo, hubo un acontecimiento que cambio por completo su vida e impacto su SER interior, el cual hizo que el HACER quedará en el olvido. Sumergiéndolo en tres días de quietud, lejos de ruido del sistema, aislado de cualquier acto religioso que podría distraerlo de esta nueva asignación. Hechos 9:9.

Lo peculiar de esta revelación es que Dios utiliza una caída para detener a Saulo de su ocupada agenda en Damasco. Muchos escritores describen este momento como un alto en el camino, una interrupción de actividades, una cancelación de todo acto religioso. Yo lo describo como un golpe que reinicia al ejemplar, religioso y erudito hombre de Tarso en un hombre enfocado en el diseño de Dios, con un nuevo nombre y alineado a lo que Dios predestino desde ante de la fundación del mundo, este hombre se convirtió en Pablo.

"Más yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Hechos 9: 3,4

Tal vez nos encontramos como Saulo un hombre que vivía por agradar a un sistema, incluso para satisfacer sus propias necesidades humanas, su ego, autoestima y orgullo.

Creo que la iglesia nunca se imaginó el panorama actual (pandemia), pese a que todas esas señales son bíblicas, estábamos tan distraídos en HACER LO URGENTE Y DEJAMOS A UN LADO LO IMPORTANTE, nunca nos imaginamos que todo LO TERRENAL y HUMANO iba a detenerse para entrar en un tiempo de quietud, donde nuestra tarea seria enfocarnos plenamente en lo que el Cielo está diciendo para los hijos. Donde lo divino y sobrenatural comienza a tomar importancia en la iglesia, ya que la actividad humana queda a un lado y es HORA DE ENFOCARNOS EN LA INTIMIDAD.

Durante estos capítulos el mensaje fue claro y directo ENFOQUÉMONOS. Le hablamos a una generación que desea enfocarse en la asignación divida y cuando hablamos de generación no estamos hablando de jóvenes, hablamos de hijos que desean marcar la diferencia, que dejan a un lado tantas ocupaciones y determinan apartar un tiempo para escuchar la voz de Jesús.

Saulo tuvo que escuchar cosas que no deseaba, fue confrontado cara a cara, asimismo fue incomodado y sacado de su estado “natural de desenfoque”, pregunto ¿estamos dispuesto a dejar nuestra imagen eclesiástica y religiosa por alcanzar las vestimentas celestiales que Dios tiene preparado para nosotros? La invitación es a la cruz, a morir a nuestro yo y que Jesús comience a reiniciar nuestro sistema y nos inyecte el software celestial.

El Apóstol Pablo fue un gran hombre de Dios que escribió casi todo el Nuevo Testamento y cumplió con la asignación divina revelada ese día camino a Damasco y todo eso lo logro por que le fue necesario morir a sus títulos y su posición para alcanzar a Jesús, esto lo deja plasmado con su puño y letra en la Epístola a los Filipenses:

"Pero todo esto, que antes valía mucho para mí, ahora, a causa de Cristo, lo tengo por algo sin valor. Aún más, a nada le concedo valor si lo comparo con el bien supremo de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por causa de Cristo lo he perdido todo, y todo lo considero basura a cambio de ganarlo a él". Filipenses 3:7

Que revelador este pasaje escrito hace más de dos mil años y que sigue siendo relevante para la iglesia actual, donde nuestros logros o títulos humanos no tienen comparación con el bien supremo de conocer a Cristo y todo debe ser considerado basura para la iglesia, a cambio de ganar a Cristo, el eje central de nuestra vida y fe.

La invitación es a que reflexionemos sobre nuestra vida cristiana, hacer un alto e nuestros planes y sumergirnos en lo que el Espíritu quiere hablar en este tiempo. Dejemos a un lado el celular, tablet o computador y entremos en un nuevo ambiente de enfoque, una era de HACER lo que el cielo está diciendo y de alimentar nuestro SER interior que necesita más de Dios, no más de las actividades, sino más de Jesús.


Carlos Landázury Gutiérrez

 
 
 

Comments


bottom of page